Una de las cosas que adoro de mi trabajo, es simplemente, poder observar a la gente sentada, en nuestro rincón, escibiendo, o con la mirada hacia el lago, con las montañas de fondo, y bajo nuestro «árbol bebé»…bueno, aunque ya no es tan bebé
, siento que lo sigue siendo, porque nació de una semilla de aguacate que planté, una linda mañana como ésta, en el jardín hace ya 6 años.
Y observar esto cada día, me hace recordar continuamente, una de las cosas más importantes de la vida, y que tan fácilmente olvidamos…
La vida es realmente sencilla, y es precisamente en su sencillez, donde radica su enorme belleza. Cuando nos permitimos, momentos para «parar» del ruido diario, cuando nos permitimos momentos para «sentir» más todo lo que observamos a nuestro alrededor, cuando nos damos permiso a nosotros mismos para relajarnos en esa sencillez, es cuando realmente nos damos cuenta, de por qué estamos aquí, es cuando cada uno de nosotros, podemos empezar a darle un sentido a la vida, el sentido que realmente se merece…
Siento que es un regalo, el poder sentir y disfrutar estas cosas, en este lugar tan especial…
Pilar